Un infierno de neón bastante encantador
Las ciudades lluviosas, de altos rascacielos y carteles de neón, son, casi siempre, un buen escenario para el desarrollo de historias. Uno puede imaginarse el frio, la contaminación sonora y el desgaste que significaría vivir allí. Para nuestra suerte, esos escenarios todavía son -dentro de lo cabe la palabra- utópicos. Sin embargo, es cierto que una parte nosotros muere de curiosidad por vivir ese momento y conocer todos los misterios que nos aguardan del futuro.
Esta vez, voy a hablar de Neon Blood, un interesante videojuego español desarrollado por Chaotic Brain Studio que nos acerca un poco más a ese sueño. Este análisis fue posible gracias a que el código nos fue provisto por el equipo de desarrolladores, desde VJS Media, les agradecemos la confianza. El juego ya se encuentra disponible en Playstation 5, Xbox Series X|S, Nintendo Switch y PC, versión que estamos reseñando.
¿Blind City o Bright City?
Voy a ser transparente desde un principio para aclarar las cuentas: soy fanático de lo ciberpunk. Es, junto con lo medieval, uno de los ambientes que más me gustan para contar algo. En este caso, la ciencia ficción y sus universos futuristas, nos permiten pensar e imaginarnos qué podría pasar dentro de unos años. Si hay calles repletas de seres andróginos genéticamente alterados, gráficas en japonés y jazz, el producto ya me tiene al 90% comprado.
Neon Blood, desde un principio, me cautivó por completo. Y digamos todo, no fue muy difícil hacerlo porque estéticamente es muy atrapante. Gráficamente logra la combinación de modelados en pixelart con una perspectiva 2.5D con fondos completamente en 3D. Es, sin lugar a duda, uno de los aspectos más destacados del videojuego. Debo aplaudir la dirección de arte por encima de otras cosas porque realmente, para el tamaño del estudio, todo lo que vemos es un lujo.
Bright City es nuestro hogar, nuestro infierno y uno de los personajes más interesantes de este videojuego. Pese a que pueda parecerse a una ciudad que hemos visto mil veces en las adaptaciones y visiones futurísticas, tiene algo que termina haciéndola única a diferencia de las otras «Ciudad_Futurista_Genérica_#1». Caminar sus calles se siente como estar visitando Los Ángeles en 2019.
Las personas con quien podemos conversar siempre tienen algo para decir y la mayoría se distingue rápidamente entre la muchedumbre, no hay homogeneidad en el futuro. Sin embargo, una ciudad enormemente corporativista, capitalista y acéfala tiene sus pecados y la respuesta está a la vista con todo lo que podemos observar durante nuestra aventura.
Al frente y a otra cosa
Dentro de las tramas futurísticas, la mejor, pero también una de las más cliché, es la del policía acabado por el que nadie da un peso que resurge para resolver un crimen lleno de conspiraciones. Neon Blood toma esa premisa y la mezcla con los elementos típicos de este arquetipo para hacerla funcionar. Apuntar a un lugar seguro para evitar complicaciones narrativas es una decisión bastante acertada.
En el desarrollo indie deben tomarse riesgos y saber dónde apostar a la innovación y donde mantener una línea de defensa. En este caso, la historia es donde menos se arriesga, pero tiene un ritmo completamente envidiable y soberbio. Los diálogos; las idas y vueltas entre personajes y las formas de relacionarse entre ellos son espectaculares.
La propuesta de Chaotic Brain Studios está bien lograda para haberse hecho por un equipo de tres personas. Nos sumergiremos directamente en la piel de Axel McCoin, un oficial de policía completamente abandonado por dios, caído en las drogas y con casi todos sus implantes quemados por las mismas. Un incompetente que se ve enredado en unos casos de homicidios cada vez más recurrentes y similares entre ellos.
Mientras más avancemos, aquellos casos comenzarán a intrincarse cada vez más, dando más vueltas de las comunes. Aquellas personas en las que solemos confiar, poco a poco nos demostrarán que la confianza es un bien muy preciado que hay que proteger y no depositarle a nadie. Las grandes ciudades de neon son lugares hostiles para las personas de buen corazón.
Las historias están para jugarse
Neon Blood toma mucha inspiración del videojuego de Blade Runner, por momentos nos vamos a sentir como si estuviésemos jugando un point and click clásico y por otros, un juego completamente diferente. Muchas veces, para poder avanzar en un escenario, vamos a tener que acabar todas las líneas de díalogo que estén disponibles en la zona. Por más que la intuición nos diga que ahí es, vamos a tener que hablar con quienes estén presentes para poder desbloquear la siguiente interacción.
Esto, por momentos, es muy molesto. El juego quiere cuidarte llevándote de la mano casi todo el tiempo, y honestamente, no lo veo necesario. No es un juego que pueda abrumar con diálogos o con mecánicas, realmente es todo lo contrario y que no deje nada librado a la intuición de los jugadores en un videojuego de investigación es un poco extraño.
Sin embargo, la redención del título curiosamente llega también por ese lado. Cada encuentro, por más tedioso que sea acercarse a él, es excelente. Las líneas de dialogo, las resoluciones de situaciones y la facultad de dar una salida aún más inesperada a lo que podría suceder, están a la orden del día en Neon Blood.
Además de una bella atmósfera y una banda sonora completamente inmersiva, tengo que destacar el combate. Cuando una situación comience a salirse de control no quedará otra que recurrir al azar de un combate por turnos, que, en mi parecer, es básico pero efectivo. Sirve lo suficientemente para el desarrollo de una trama que no está enfocada totalmente en pulir sinergias o elementos. El combate, esta vez, es un medio más.
Aplaudo que Neon Blood se anime a darle una vuelta de tuerca a un medio, que mucha veces, es lo más importante de algunos títulos. Aquí, la nimiedad de los combates, nos permite explorar otros aspectos más interesantes del juego antes que enfocarnos en nuestra build.
¿Qué me hizo Neon Blood?
Muchas veces, cuando nos adentramos en historias donde el futuro distópico es el principal elemento a considerar, el interés es casi instantáneo. ¿De dónde viene este interés? Fácil: por como se retrata a la sociedad. Neon Blood tiene una particular forma de recordarnos que allí, el Estado, no existe. Fracasó. No es para nada extraño que, casi todas estas adaptaciones, planteen un mundo completamente hecho trizas en cuestiones humanas. El individualismo está ganando cada vez más terrenos y estas obras nos advierten de sus peligros.
En una sociedad donde la individualidad y el goce propio están mejores vistos que resguardo del bien común, dichos como «la patria está es el otro», están dando sus últimos manotazos por intentar por volver a ser el modelo idílico de vida. Particularmente me causa una profunda notar como hoy importan más las interacciones, los me gusta y las visualizaciones antes que un simple abrazo o una palabra de aliento. El hombre, si quiere progresar, debe seguir siendo eso: un ser humano.
EN RESUMEN:
ASPECTOS POSITIVOS:
- Excelente atmósfera
- Gráficos y animaciones
- Una banda sonora única
- Dialogos
- Combate
ASPECTOS NEGATIVOS:
- El juego te lleva de la mano mucho tiempo
- Corta duración
NOTA FINAL Y VEREDICTO
8/10: Neon Blood me tocó bastante el corazón por los detalles, con sus increíbles gráficos, con la música, con las animaciones y sus diálogos. Me resulta aún más fascinante el hecho de que este juego esté hecho por tres personas. Espero que este proyecto sea el primero de muchísimos juegos más.
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