Acaba de arrancar la temporada 16 de Overwatch 2, y con ella un nuevo modo competitivo: Stadium, que da al juego un renovado estilo más cercano al género MOBA pero manteniendo las bases de los clásicos modos del juego. La misma había sido anunciada en febrero de este año en la transmisión “Overwatch Spotlight”, en la que el director Aaron Keller detalló los cambios y actualizaciones que vendrían este año.
En la temporada pasada se introdujeron en el modo principal los perks, pequeñas mejoras y habilidades nuevas para todos los personajes que pueden variar de acuerdo al ritmo de la partida y al estilo de juego de cada uno, esto significó una brisa de aire fresco al gameplay dinámico de Overwatch. Y ahora, con el lanzamiento de Stadium, tenemos un nuevo modo de juego totalmente diferente, pero a la vez familiar. Pero, ¿qué es exactamente este modo y por qué justificaría el “2” en el nombre? Ahora entramos en detalle, pero con un poco de contexto.
Lo que pudo haber sido…

Overwatch 2 tuvo un lanzamiento bastante agitado en octubre del 2022 al haberse propuesto como una “secuela” y, a la vez, reemplazo del ya clásico hero shooter de Blizzard. En aquel entonces la propuesta era pasar al modelo free to play, incluyendo un nuevo sistema de monetización, cambiando el estilo de juego del 6v6 al 5v5 y la promesa de una campaña cooperativa estilo PVE que llegaría eventualmente.
Una propuesta bastante llamativa que parecía justificar un relanzamiento de tal magnitud pero que, pasando los meses y diversas temporadas del juego, la realidad fue totalmente otra: un sistema de monetización muy agresiva con nula posibilidad de conseguir elementos del juego sin sacar la tarjeta, un estilo de juego completamente desbalanceado y que no ameritaba la falta de actualizaciones que tuvo “Overwatch 1” en sus últimos años, y la campaña PVE que, aunque lanzaron un paquete de tres misiones de historia, terminó cancelándose definitivamente.
Esto fue un desastre absoluto y el relanzamiento de Overwatch terminó siendo un chiste desde el punto de vista de los jugadores. Sumado a la salida de Marvel Rivals, un hero shooter que captó la atención del público general y que se llevó a muchos creadores de contenido del juego de Blizzard, parecía que el futuro de Overwatch 2 era desolador. Eso fue hasta el 12 de febrero de este año, donde se llevó a cabo el evento Overwatch Spotlight y se anunciaron alternativas en la forma de obtener recompensas del juego, y cambios radicales y agregados completamente nuevos en el PVP, entre los que se incluye Stadium.
Stadium: Giro al dinámico estilo de juego
El nuevo modo competitivo consiste en lo siguiente: siete rondas en la que se tiene la posibilidad de personalizar y evolucionar a los personajes a niveles absurdos a través de mejoras que pueden ser compradas con puntos (denominados Stadium Cash); mientras más rondas pasan más puntos podrán ser obtenidos, lo que abre la posibilidad a mejoras aún más drásticas. Dichas mejoras pueden ir desde algo sencillo como mejorar un poco la velocidad de ataque, hasta el punto de alterar completamente una habilidad y potenciarla.

Por el momento solo están disponibles 17 de los 43 héroes del juego, pero se agregarán más con el paso de las temporadas:
- Tanque: D. Va, Junker Queen, Reinhardt, Zarya, Orisa
- Daño: Cassidy, Ashe, Mei, Genji, Reaper, Soldier: 76
- Soporte: Juno, Kiriko, Moira, Mercy, Ana, Lúcio
A todo esto, ¿Cómo es una partida en Stadium?
El primer gran cambio en comparación al modo principal es que los héroes son fijos una vez elegidos, no pueden cambiarse. Posteriormente se eligen las primeras mejoras, que varían de acuerdo a su efecto: mejoras de Arma, de Habilidad, de Supervivencia y de Poder, siendo esta última la que altera las habilidades y puede elegirse una nueva cada dos rondas, mientras que el resto de mejoras depende de los Stadium Cash que dispongamos entre ronda y ronda. Y un detalle no menor, es la posibilidad de jugar las partidas tanto en primera persona como en tercera persona.

Las rondas consisten en versiones más cortas de los modos ya conocidos de Overwatch: Control, Push y Clash pero que dan variedad a este modo porque son en orden totalmente aleatorio. El ganador será el equipo que logre 4 victorias, o aquel que tenga una diferencia de Stadium Cash mayor al 15% en comparación al otro equipo, a modo de evitar que se extiendan partidas muy disparejas. Al ser un modo competitivo, las victorias otorgarán un rango (diferente al competitivo tradicional) y que son acompañados de recompensas para los jugadores que alcancen los mayores niveles.
Puede sonar que es mucha información, y de hecho lo es. Hay un minuto de tiempo para seleccionar las mejoras y son bastantes, pero el juego de entrada propone un par de builds o estilos para mejorar a los personajes y sea una introducción más amena al modo, pero la idea es a la larga tomarse el tiempo de moldear una build que vaya con el estilo de juego de cada uno, y que pueda ser modificada a medida que avanzan las rondas. Si de por sí una partida normal de Overwatch ya es caótica, aquí se eleva a un nivel totalmente diferente. Esto hace que haya una nueva curva de aprendizaje y capte la atención de tanto jugadores veteranos como nuevos.

Pero no todo lo novedoso es perfecto y Stadium carece de ciertos aspectos para evitar las frustraciones que pueden ocurrir al ser un modo de juego que toma fácilmente media hora por partida: la implementación de un sistema de rendición, la opción de ser jugado como partida rápida; al ser únicamente competitivo se siente mayor presión entre los jugadores y por defecto se encuentra deshabilitada la funcionalidad del crossplay, y un mayor buff para mejoras de los personajes que son “countereados” por el team contrario (ejemplo de D.Va contra el rayo de Zarya). La falta de esto último hace que las partidas sean muy desbalanceadas: tu equipo gana con total facilidad o es completamente pisoteado por el rival.
Está a la vista que Stadium tomó los elementos del cancelado modo PVE y las readaptó para el modo PVP, y sorpresivamente funciona. Las ideas y la implementación están, y ahora es cuestión de ver cómo evoluciona a través de los parches para determinar cómo valorarán los jugadores a este nuevo modo de juego.
Con todo lo mencionado, ¿es Overwatch «2» finalmente Overwatch 2?

Partamos de que esto no es el Overwatch 2 que se prometió hace casi cinco años. Sí, se cambió el estilo de juego principal, con nuevos modos (Push, Flashpoint) y nuevos personajes (once desde el lanzamiento oficial), pero dichos cambios no justificaron los años de literalmente sequía que tuvo hasta la salida de la “secuela”. La principal novedad era la campaña y los modos PVE cooperativos, y fueron cancelados.
¿Entonces, es o no es una secuela? No creo que “secuela” sea la palabra correcta, pero este año finalmente podemos decir que llegó la evolución de Overwatch al reinventar la fórmula del PVP: Primeramente, con la implementación de los perks, un añadido que sentó muy bien al modo clásico, y ahora con el nuevo modo Stadium que está para quedarse y ser uno de los modos principales del juego.
Aún hay mucho campo por mejorar para que Overwatch sea la sombra de lo que un día fue, en especial en el apartado de la monetización que hasta día de hoy cuenta con precios criminales, pero es un progreso que se está haciendo ver luego de tantos años y que, como jugador veterano, aprecio que se esté llevando a cabo. Se nota que los desarrolladores están escuchando a los jugadores.
Overwatch tiene mucho potencial en su gameplay, en su historia y en su comunidad, y que busquen la manera de que siga evolucionando, aunque esto sea el último bastión del título, otorga una nueva vista hacia el futuro en el que nuestros héroes puedan seguir teniendo presencia en una industria cada vez más complicada de destacar.
Geniaaaaaal ✨